miércoles, 28 de junio de 2017

La tos

Cuando la tos no me deja, me acuerdo de la formación de retreta en Cohyaique, cuando por orden del sargento Caballero en posición firme, no se podía toser. No podíamos, por que según él, lo estábamos "pichuleando". Él no quería escuchar a nadie toser. La picazón de garganta era terrible, como un montoncito de hormigas sueltas en la garganta. Más de alguno intentaba toser para adentro, y de a poquitos, que no se escuchara, mientras el viento helado de la pampa austral partía las orejas y luchábamos con que no se cayeran los mocos, manchando la coipa. Permanecer quieto, bien parado, fusil terciado, servía como ejercicio para el mimetismo también, habían explicado. Las rodillas temblando de nosotros los flacuchentos morteristas, aguantando. Y me acuerdo de los pelaos de Antuco.


2.06.17

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...