lunes, 24 de octubre de 2011

Confieso


Confieso que a veces escucho canciones esperanzadoras,
que escribo para convencerme de mi palabras y no para que me crean
confieso que mi pena la enterré bajo la raíz de un árbol
que no tengo tristeza y que rio solo por dentro.

Confieso que miro tu boca, mientras escribo en mi libreta
y que sé, me estas mirando y que te preguntas que hago
confieso que la mayor parte del tiempo miro por la ventana
y confieso que me pesa el alma mas en las mañanas.

confieso que quiero escribir versos de corrido
sin detenerme a pensar oscuro
le confieso a tu boca
que la miro
y que mi verso la toca.


viernes, 21 de octubre de 2011

Otra Tarde

Ahora, miro el teléfono y sé que llamarás antes que sienta girar esta historia. Debes llamar. Llama antes por favor. El escritorio esta frio, el café se enfrió también y ya no me gusta su aroma, pienso en eso para no pensar en tu llamada ni en estupideces, el calendario marca diez de octubre, el sol cae tras el edificio y yo no puedo parar de pensar en ti, la idea del café frío, el atardecer y el calendario me recuerda el tiempo que pasa y tu llamada no llega. Ni si quiera te imaginas cuanto se alargan las horas en mi oficina. Juego con el lápiz y escribo un poema cotidiano que me avergonzaré de mostrar. El reloj no avanza y el teléfono no suena.




Hoy te estuve esperando, ahora camino hacia el metro el sol ya no está. En mis audífonos chillan voces que finalmente arranco de mis oídos, estoy cansado, busco un par de miradas bajo los paraguas. A veces quisiera no pensar en ti. Creo que hoy no leeré Benedetti y mañana te volveré a esperar más tranquilo.



jueves, 13 de octubre de 2011

Vergüenza

Me avergüenzo
del patético y cursi  y rebuscado verso
en el adverso y en el reverso.

De poseía, que carecía
Y carece y no crece
y rima como canción
de nación sin revolución.

Me revuelve la entraña
de rima y de araña
de poesía extraña          
y patraña.

Vomitada,
volcada sin revisión
pensamiento sin sumisión,
de rabia sin sentido
de hablar sin amigos
contigo.



Duende de Escritorio

Busca palabras en el diccionario
para nombrar al viento

para calcular la rima
no miento.

Rebusca en las hojas amarilla
y en su escritorio
y en la canastilla
mentiras
que no entiendo.

Urde palabras desconocidas
arcaicas y desvalidas
busca el duende el acertijo
yo solo lo escucho,
pero no lo siento.

No miento
Y no entiendo.



viernes, 7 de octubre de 2011

Los Colores


Late mi sien
de un tiempo triste
el cielo llora un momento,
pero al final entiende.          

Que heredo la sangre
de un amoroso pueblo.

Entiende,
que tengo llenos los ojos
marcados de sonrisas,
de esperanza llena mis manos
abiertas y sencillas.

Sabe,
que tengo al viento y la luz
el dolor y el amor
que tengo tanto
y que no quiero más.

Entiende que tengo,
esperanza, paciencia y conciencia
de un latir en lo profundo
y un mirar en tu recuerdo.

Entiende  al final el cielo
y deja de llorar
ahora viven los colores
que me enseñaste
amar.

Ahora viven los colores
que me enseñaste
amar.


En la Higuera


"Una niña juega a recordar arriba de un árbol, una preciosa higuera es su felicidad.  En las raíces están sus sueños de niña princesa, en lo profundo de esas raíces están sus recuerdos de infancia sin tiempo. Cada grieta del tronco del árbol, recuerdan como cicatrices los caminos a lo alto de las ramas, su sonrisa entre las hojas se dibuja junto a sus bellos anhelos.  No le fue fácil llegar allí a recostarse entre sus ramas a escuchar los zorzales que le cantaban solo a ella.  No le fue fácil llegar a ese lugar, a sentir cuando el viento cantaba con las grandes hojas su nombre.  Lucía. "...


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