viernes, 27 de diciembre de 2013

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Navegante

Navegando en el dibujo de tu piel
guiado por la constelación de lunares
en el infinito de tus pechos
está el navegante de mi conciencia
esperando a que se desvanezcan
las nubes de tus sueños
para salvar las tormenta
de tus desvelos

Ahí está el navegante
esperando a que se desenreden
los espirales de tu cabello
y que lo abraces en tus sueños
los pájaros no le cantan
en la niebla de las largas noches
el ruido del agua de lluvia lo saluda
como si fuera el mismo viento
como si fuera otro más de los muerto
en la noche del encuentro

Ahí está desvelado, navegando
de un hilo de luz colgando

Ahí está en silencio, como la música
como un grito de las olas, el mar

Ahí está como las polillas
atravesando las llamas del pensamiento

Exhausto esta ahora, el navegante
dormido entre dos sueños
y tres respiros
esperó todo la noche
vigiló tus sueños del ladrido
tocó tu piel de dibujo
y cayó otra vez rendido
hundido, el navegante
en el mar de tus sueños
en el espiral de tu cabello,
perdido
por la constelación de tus lunares
y la estrella de tu boca,
perdido
yace en el fondo
yace dormido




martes, 10 de diciembre de 2013

Dos Preguntas

¿Cuántas noches tibias como estas
dormiré entre las constelaciones, de lunares
de tus hombros desnudos
infinito de papel de pétalos
tibios y suaves
papel de pétalos?

Es una pregunta
silencio y sonrisas,  tu respuesta

¿Cuál es el color de nosotros
el que se forma
justo después del último movimiento
justo cuando la última bocanada, de aire
exhala de tu pecho húmedo
cuando los ojos cerrados?

Y no es negro el color




jueves, 28 de noviembre de 2013

Ojos Muertos

Bala oculta en las orillas y en el centro
metal torcido en la pupilas bien adentro
incrustada negra como la memoria
color negro y gris de la farsa de esta historia
cientos de fotografías colgadas en las paredes

Bien adentro en la pupila, la esquirla ardiendo
disparada entre las banderas estrelladas 
desde las manos y los uniformes valientes
cientos de palabras y miradas en reojo 
cientos de fotografías colgadas con letras en rojo

Fuego en el canto explota el decibel
y la historia mintiendo  una y otra vez
entre humos y el agua podrida mintiendo
entre las palabras la verdad va corriendo
mientras sangra a borbotones lo que queda del ojo
se mancha la calle otra vez del cálido rojo  
un tuerto sigue viendo
más que mil ciegos mintiendo


Bala Loca

lunes, 18 de noviembre de 2013

Olor

El olor no es a muerte, la clínica huele a sucedáneo de limón
como para morirse de gusto dijo Lihn
A muerte huele el metro, huele a zombi con y sin corbata
a baranda dirían en Argentina...
Y el Transantiago huele a rabia, ese sí que huele mal

Que me toque no mas el sol

Si he de morir de algo, entonces pienso
que me toque no mas el sol, con su vida

Nosotros somos más que la corona de espinas del desierto, Zurita
nosotros somos la corona de espinas de la última-única semilla de Rojas
el Sol, padre y semilla a la vez
del Desierto de Atacama y otros cuantos
sino somos eso, mejor nada
esto último es más probable
y la cruz, la cruz el continente entero
que me toque no mas el sol

miércoles, 13 de noviembre de 2013

A ellos

A ellos,
los normales de siempre
los que dictan las reglas
los que dicen que sí y que no
aquellos amables
correctos de siempre
esos de doble moral
que se asquean con la marihuana
cuando están en público
pero que se acostarían con mil  y una putas
a escondidas
en las noches cobardes
para mañana hablar
de la importancia de la familia
y la indecencia de los vicios

A ellos,  
les digo que yo no soy un rebelde
se reirían de mí
aquellos rebeldes de verdad
me río yo mismo de mi

Yo no soy ningún de esos
no moriré como Víctor
ni como Dalton
soy más como un Pedro,
me crucificarían de cabeza
si es que fuera necesario

Ni si quiera soy tan valiente
para suicidarme
como la  Viola-violenta,
más valiente es mi sombra
ella se estira larga
entre las piedras filudas
y acantilados de mentiras
o encima del asfalto hirviendo
de aguas estancadas
en la cuneta
y la basura

Escribo en la oficina
mientras creen que trabajo
y rayo dibujos por la parte de atrás
en las cartolas del banco

No soy ningún rebelde
opino porque tengo boca
y desde el sentido común
esto último es fácil
inténtenlo

No soy nada de eso
que ustedes piensan
pero si, respiro profundo
profundo
hasta que me da una puntada en la costilla izquierda.

Quizás en algo tengan razón,  

tampoco soy normal.

El Richard


Sus ropas anchas y blancas casi reflectantes, desentonan en  una población gris y ocre oxidada como esta.  Sus marcas deportivas relucientes y siempre a la vista. Su papada afeitada, ni un bello se le asoma, si hasta parece un niño, pero sabemos que no lo es, mató por primera vez a los 15 y ahora ya tiene el doble, el doble de edad y el doble de muertos en su espalda, y el doble de peso.  Me da asco. 
Reluciendo, siempre  el estúpido peinado que mantiene yendo cada semana a la peluquería del Maricón Salvo, córto a los lados y atrás, rapado que se vea hasta la piel, y un centímetro más largo arriba en redondo, como una aureola, o como una sopaipa, dicen los cabros chicos.  Desde aquí puedo ver brillar el gel. 
Lleva siempre dos cadenas, cordones gruesos de oro y plata que le cuelgan del cuello y que desentonan con la pobreza del barrio, a todas luces lo delatan, pero la policía no se da cuenta de eso, ni siquiera les parece sospechoso cuando lo saludan por las noches. Tampoco sospechan que no trabaje y que aparezca en la tarde después de almuerzo a pararse un rato en la esquina, frente al carro policial. No sé quién de los dos es más estúpido. Me gusta el detalle ese, que en la cadena de oro, cuelgue el Cristo bendecido por el cura párroco en el bautizo de su hijo al cual le llamó Jesús, el Cristo que se mece en el bamboleo del pecho del idiota, como buscando protección, el Cristo brillando al sol. 
Allá viene, su mano izquierda en el bolsillo y la derecha fuera balanceándola, larga, tendida, como inerte, varios anillos le brillan en sus dedos gordos y limpios.  El cuello un poco torcido, quizás le pese el arete de brillantes falsos en el lóbulo de su oreja.  Y una leve, casi imperceptible, cojera,  que yo no podría decir de cual pies proviene o cual cadera.  Me produce repugnancia o más bien vergüenza ajena.
Viene a mi casa,  mi perro le hizo pedazos dos sacos de cemento y los viene a cobrar.  Al menos no le debemos droga.

***

Cuando estuvo cerca de mí, pude ver que bajo su blanca polera en la cintura del pantalón llevaba un arma, debe haber sido una pistola,  debe ser por eso que camina extraño, como cojeando, con sus patas de alicate casi como jinete del oeste, salido de una película gringa.  Debe molestarle la cuestioncita metida ahí, entre sus royos de piel y la entrepierna, quizás se les resbala de puro sudor la pistola entre los calzoncillos.   
Cuando hablaba no modulaba bien y no entendí mucho lo que dijo,  hice el esfuerzo, pero la verdad, la saliva blanca que se le acumulaba en las comisuras de su boca seca, me distraía.  Preguntó por mi mamá finalmente. Le dije que mi mamá no estaba. Preguntó a qué hora la podía ver.  Yo le dije que en la tarde, después de las siete, que ella trabajaba.  Eso último lo dije con cierto énfasis. No creo que el idiota lo notara.  Se despidió diciendo algo que no puedo escribir, no por autocensura, sino porque fue un sonido gutural, extrañísimo y no estoy exagerando.

***

Tengo catorce años, el no tiene idea que yo también tengo un arma y que ahora lo destrozaré con palabras.



miércoles, 30 de octubre de 2013

Desde la Primavera, en el Chile en Colores

Unos cincuenta o quizás un poco más trabajadores,  entre barrenderos, basureros, auxiliares de aseo,  gritaban hoy fuera de una de las municipalidades más ricas del país. Las Condes.   Lo más probable, aunque no lo podría comprobar, es que ninguno de ellos vive en esa comuna.  Lo más probable es que ellos vivan en comunas periféricas y pobres como: La Pintana, La Florida, Puente Alto, Quilicura, Renca.  Creo que todos se levantan muy temprano y tienen que subirse a la micro (me cuesta decirle Transantiago) o al metro para viajar más de una hora apretados y aun costo monetario que claramente es caro para el tipo de servicio y para sus miserables sueldos.  Al llegar, tienen que ponerse sus uniformes fluorescentes que a ratos siento que los denigra, los marca, como faros en las calles, diciendo persona trabajando, verdaderas balizas humanas anaranjadas, amarillas y verdes fluorescentes, overoles y chaquetas con franjas reflectantes y bototos de seguridad que pesan sus buenos kilos para aplanar mas el cemento y las baldosas pulidas de la comuna en cuestión.  Vestidos y armados de escobas y palas, recogen las colillas de cigarros pintadas con rouge carmín, los papelito  de chicle que como son chicos no importa que se caigan al suelo, las boletas y comprobantes del Redbanc, las latas y botellas de bebidas,  y las hojas, las benditas hojas que como hoy es primavera no caen, pero ya será otoño otra vez, las hojas secas que solo en las ciudades son consideradas basura.       
Uno  de ellos tenía un balde plástico y por el reverso lo golpeaba con un pedazo de palo de  escoba, su grito me resultó extraño, en un principio. De hecho me hizo caminar más lento para ver si había escucha bien. ¡Queremos la tele! ¡Queremos la tele! – gritaba mostrando sus pocos dientes y tratando de animar a los demás a gritar, quizás un par lo seguían, lo demás movían la boca casi sin emitir sonidos, pero claramente movían sus tristes cabezas como diciendo. Sí, también queremos la tele.  Otros un poco más alejados miraban la escena  y  un par,  mas allá sentados en una banca, cuchicheaban y reían quien sabe de qué.  Una mujer de pelo largo y cano, con sus ropas azules y reflectantes se movía con un cartel improvisado y de mala caligrafía que decía: “Señor Alcalde: Queremos Nuestros Sueldos, Nosotros trabajamos por plata.”  
   
Hasta este minuto no entiendo lo de “Señor” alcalde, tanto respeto y miedo a perder el precario trabajo, cuantos hombres y mujeres viejos.  Llenándose de arrugas la piel marcadas por el hollín de las micros y los autos Audi de la concesionaria, partiéndose las manos de los polvos de estrellas,  mientras el arribismo cruza las avenidas,  sembrando monótonos cafés en cadenas con pretenciosos nombres como Starbuck.  Ellos, los basureros y barrenderos, pulen las anchas veredas para que pasen altaneros los “ciclistas” raudos en sus preciosas bicicletas, que cuestan un sueldo anual de los que barren.  No entiendo lo de “Señor” Alcalde.   


Tampoco entendí eso de querer la tele.  Con el solo hecho de tirar un piedra a la moderna estructura cristalizada de la municipalidad, hubiese llegado la tele a mostrar los criminales que son los violentistas, subversivos, incitadores a la violencia y la policía, con su buen adiestramiento ladrarán con sus gases y sus aguas fétidas. Y ahí vendrá la pregunta. ¿Quién fue el primero en ponerse violente? O bastaba con tirar una piedra a sus vecinos el Hotel Ritz Carlton,  donde también se preocupan los mismo barrenderos de dejar limpias las calles, donde pasar una noche cuesta dos sueldos mensuales de un barrendero.  Limpiecito el frontis del lujoso hotel para cuando llegue algún diplomático o el cantante famoso, limpiecito y libre de la basura de panfletos electorales, que lanzan los comandos de los candidatos presidenciales y que no dicen nada más que sus nombres. Ellos los tiene que recoger con palas y escobas, como basuras que son. Solo dicen sus nombres, sus inolvidables nombres que al final del día, en la misma tele que ellos piden a gritos que llegue se haga presente,   en esa misma pantalla ofertan: Sueldos Dignos, un Nuevo Códigos del Trabajo, Pensiones Dignas y una sarta de frases en liquidación de temporada electoral.    Sin embargo el “Señor” alcalde, que para mi gusto de señor solo tiene el látigo del fundo, el muy “señor” alcalde no le puede pagar sus miserables sueldos a los barrenderos de Las Condes.  Y la tele no llega. 

miércoles, 9 de octubre de 2013

Cuando Termine

Cuando termine todo, cuando me vaya
y el ruego del beso llegue a la tumba

Volveré a este punto, justo a este punto
donde te escribí, donde te ame y te escribí.

Cuando termine  el tiempo y arrase todo el viento
retornaré aquí,  donde de tu hambre bebí.

Regresaré y destrozaré
las hojas de esta poesía
para matar el recuerdo de esos día, 

Quemaré las letras de estos versos
para enmudecer de una vez
al silencio viejo

Romperé las palabras de la estrofa
para aliviar de tus besos
a mi boca.

No pretendo seguir con esto
que me destroza la idea de tu ausencia,
tan solo la idea.



(*21/03/2013)   (Relacionado con “Cuando Me Vaya”   de marzo del 2013)

El Lugar de Siempre

Amo
este lugar
como al viejo árbol solitario
de barba y largo bigote
indigente y vagabundo
que torna toda la locura
en vida,
pero también lo odio
por injusto, indolente
mentiroso ,indecente
miserable y paciente. 

Lo soporto
o más bien lo soporté
porque no me quedó otra
porque no se puede elegir
porque ahora que lo pienso
mejor
el está en mi.




(* A la Legua, Agosto 2013)

Escapada

Me rebelo ante la estupidez de tu pensar de ventana cerrada, de tu estupidez fascista, sin sentido, injustificada y burda. 
Escribiré en documentos escondidos todo lo que quiera, textos que jamás verás, y pensarás que has puesto un grillete, pero mi palabra vuela, mi palabra corre y mi palabra te enfrentará tarde o temprano.
Caerás por tu peso enorme del karma de tus palabras y el de tus acciones.  O caerás por mis acciones.
                Podré escribir mientras piensas en cómo manejarme, en cómo controlarme, entenderás mis palabras, pero no las leerás nunca, crearás que cerraste toda ventana, pero puedo salir de aquí cuando quiero y convertido en lo quiera, puedo salir tras la reja estúpida que pusiste, con mi mente y transportarme a lugares donde tu imaginación no alcanza.  Seguirás leyendo tu propias ideas de visión egocéntrica… yo aprenderé de ti. No serás un maestro ignorante, solo podrás ser un anti maestro, me enseñarás a como no actuar, a como no hacer las cosas, a como no entender a los demás, me enseñarás al egoísta y el valor de la generosidad.  Podré aprender de ti y hacer la escuela que necesitaba, la escuela negra del discurso vacío sin acción, de la acción en constante movimientos sin consecuencia, sin coordinación entre lo que se piensa, se dice y se hace.
Sacaré mi rabia y dejaré mi conciencia en la mesa, para que entierres los cuchillos que quieras e intentes clavar en mi alma tu palabra, que al no tener consistencia atravesara mi corazón acorazado, atravesará mis pulmones que respira ideas nuevas, que respira abierto al mundo.  No entenderé algo que no tiene sentido, lo ignoraré y podrás si quieres mutilar tu vida en construcciones vacías, pero mi mente, no moldearás.
Sé que te preguntas lo que escribo tan rápido, escuchas las teclas claramente.  No tienes idea.


(*Rescatado de archivos  del 2011, Terminado en Octubre 2013)

Amarrado

     Yo no tengo como explicar lo que veo, sé que estoy en un edificio alto cálculo un piso diez,  hay una ventana donde puedo calcular la altura por que veo un parque a la distancia, y alcanzo a ver un par de copas de árboles que parecieran grande por la distancia. Veo un edificio que en su azotea tiene una manga blanco y rojo, de esas que indican la dirección del viento, puede que exista un helipuerto allá arriba.  Estoy amarrado con cinta adhesiva a una silla con ruedas, ya probé varias veces gritando a ver si alguien me escuchaba, el edificio está en construcción y la ventana da al parecer hacia a cordillera.




* 29 Junio 2011, Santiago

martes, 8 de octubre de 2013

Mar de Indiferencias

Un mar de indiferencias
pareciera que ya nos conocemos
yo hago el esfuerzo, pero no llego a puerto

Quizás fue contigo que dormí aquella vez
o puede ser que tú, la conozcas a ella
esto último es más probable
yo solo me acuerdo de la noche
y de sus lágrimas ennegrecidas en sus ojos

Ahora la dibujo en mi mente con un tenue grafito
me acuerdo de sus ojos oscuros y húmedos
de su boca delineada por un lápiz labial
aceitoso dulce de aroma
perfume,  
alcohol
nuestras ropas  olían a una mezcla
de fresias, tabaco y quizá pimienta negra
a veces, siento ese olor en la calle
y levanto la cabeza y lo busco
para encontrarla
o para encontrarte
no sé

¿De dónde vienes tú?    

Miro tus ojos, pero no tienen el brillo de los de ella
espero nunca leas esto, creo que te enojarías
pero algo me recuerda tu rostro
pero no llego a puerto
no llego

Ahora estoy dudando, que si en realidad te he visto antes
tu última mirada
me mantiene en la duda
y sigo intentando recordar

Creo que tu, ves lo mismo que yo
o al menos algo parecido
te sonríes y cuando levantas la taza de café
me miras y sabes que te sigo mirando
tratando de recordar
de donde te conozco
si es que en realidad
te conozco


Creo, te estoy asustando
te dije que hay un mar de indiferencias
entra tu mesa y la mía
hay un abismo de indiferencias
entre tu mesa y la mía
no son diferencias
esas son sorteables
estas son indiferencias

Son solo un par de miradas
yo solo escribo
no creo que crucemos palabras
otra vez, si es que alguna vez
hubo una primera palabra,
son solo un par de miradas
tu sonríes, coqueteas
yo te miro te sonrió
pero es solo eso
un par de miradas,
las últimas

lunes, 7 de octubre de 2013

El Lugar de Siempre

Amo
este lugar
como al viejo árbol solitario
de barba y largo bigote
indigente y vagabundo
que torna toda la locura
en vida,
pero también lo odio
por injusto, indolente
mentiroso ,indecente
miserable y paciente. 

Lo soporto
o más bien lo soporté,
porque no me quedó otra
porque no se puede elegir
porque ahora que lo pienso mejor
el está en mi.



Frágil

Guardo,
el sonido de tus palabras
entre las ruinas devoradas
por los pastos y ortigas,
la fragilidad del recuerdo
del último sueño en las mañanas,
la noche oscura de mis memorias          
y unas cuantas otras cosas mas
escondo.

Asumo que miento
sobre todo para no causar daño,
asumo que me miento
para parecer normal en general,
asumo a mi enemigo
que soy yo mismo, los jueves
asumo y confieso
que respiro a veces más de la cuenta
asumo que hoy, no soy tan árbol
soy más pájaro de piedras afiladas
con las rodillas cortadas
con el estomago acorralado
de miedos y tripas

Así vivo
entre el silencio inalcanzable
y la verdad de la noche y niebla,
entre las contradicciones
naturales del respirar dentro
de los que no mata,
frágil y poderoso
como una canción de protesta
frágil
como los hilos de una marioneta
soñada un segundo antes
de un largo desvelo,
frágil
como el sonido de una nube
desarmándose a la distancia,
como el agua calma,
como el espiral del vapor
frágil
como la palabra,
como el tiempo en éxtasis,
como eso que ocurre al final
cuando se trata de amar.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Te inventé un sueño

Una vez soñé, que tú dormías y que a su vez soñabas.  
–Si los sueños pueden convertirse en realidad, entonces con mayor razón las mentiras–.  Te decía yo, pero tú dormías y yo mientras escribía.
Yo te hablaba de la fragilidad del recuerdo de un sueño, en la mañana de un martes.  Tampoco creo que me escucharas, dormías.  

Tus ojos cerrados, tu boca apenas abierta, parecías exhalar una palabra un susurro en el aire imperceptible bello, un halo de verdad quizás.  Dormías y la llama de una vela jugaba con las sombras en tu rostro.  Yo hablaba en voz baja para ver si podía interferir en tus sueños, te decía cosas bonitas murmurando casi, una vez incluso sonreíste mientras yo decía algo, me pareció que escuchaste y me detuve no quería que despertaras. Al final del sueño, acaricié tu sien con mi pulgar, te sentí respirar y me dormí yo.  

Por donde empezar

a Lucia mi madre

Enhebraría todas las agujas otra vez,
soñaría contigo todas las estrellas mujer
cruzaría a las orillas nadando otra vez el río
yo contigo y mis hermanos, los tres.

Te ayudaría a coser las alegrías
en el telar de nuestras historias
con la máquina a pedal y sin dedal
hasta el final, si es que existe tal.

Te regalaría toda esta mi felicidad
cuando tengas un poco ganas de llorar
para que brotaran los aromos en tu mirar
para que tocaran tus pies las olas en paz

II

Esta vida que me has dado
que me has parido más de una vez
que no para de germinar y nacer
que no para de quemar el corazón, la piel
que a veces no entiendo
pero que amo cada vez

En esta vida,
mi ombligo también es tu espiral
ese sentimiento verbo universal
ese que me enseñaste a explotar
como una llama maternal
a ese que le llaman amar

III

Sé que mi verso  es difícil de explicar
que no hay una sola ideal final
pero para que quede claro
y también para que lo sepan los demás
en palabras claras sin enredar
sino es por ti,
yo no podría amar
no sabría

por donde empezar.

jueves, 29 de agosto de 2013

Sol

Llamo
a la única semilla,
al Dios antiguo,
al que da verdadera vida,
sin castigos,
mas que
surcar arrugas en mi frente
quemando  la piel del tiempo

Al que construye
castillos en las rocas  
paraísos  en la explosión de un brote
infiernos en los molinos de vientos
al que levanta almas
en las ventiscas blancas
y al que mata todo
cuando ya es tiempo

Oh, padre sol
¿Cuánta vida nos queda?

domingo, 18 de agosto de 2013

La Violencia


La violencia hijo, también se puede definir
como un momento donde ensangrentado,
te golpearon para que lloraras en un primer grito
y para que respiraras tu primera bocanada de aire,
arrebatado desde el vientre tibio y tierno
abrieras tus ojos de almendras
y nos mostraras tus cejas blancas
mientras tus manos moradas y empuñadas
tomaban el color del pecho de tu madre,
cortaban el cordón  y te sacaban la sangre de los párpados
todo esa violencia para que fueras lo más preciado
que tenemos tu madre y yo
para que vivieras.

A veces la violencia puede
estar en lugares hermosos
puede hacer estallar la vida.

Es difícil de entender todo esto.


Marzo 2013

sábado, 17 de agosto de 2013

Mejor Sin Nombres

No he querido mostrarme insistente, pero para eso he tenido que fingir desinterés.  Es extraña esta relación, pero pareciera tan normal.  Creo que pasaré mis dudas escribiendo, me servirá, me mantendrá entretenido y así no la llamaré.   Cualquiera se asustaría si supiera que escribo esto con respecto a su relación con mi persona, yo lo que deseo es plasmar en letras lo que siento, sin mayor miedo a lo que piensen, sin temor a los prejuicios típicos de las personas “normales”.  Por eso no quiero dar nombres, aunque creo que será peor, puesto que, podrían interpretar mal o sentirse aludidos aquellos que nada tienen que ver.   El mensaje final es claro y preciso y aunque parezca contradictorio esta descrito en las primeras tres líneas de este texto. Si quiere, re léalo.



lunes, 12 de agosto de 2013

Ovejas Todas Uníos!

Aplastadas, arrinconadas, otras cuantas ahogados en sus propios respiros entrecortados, las manos sudadas de ansiedades y pánicos medicados. Las gotas de sudor caen de sus frentes en pleno invierno, demasiado abrigo para 40 centímetros cuadrados. El aire insuficiente para las gordas que sufren como su peso, ósea el doble o el triple.
Tocadas, manoseadas, pervertidas las manos que corren y los ojos de los viejos verdes clavado en las colitas escolares de las jóvenes estudiantes. Y los pequeños, que decir de los pequeños en hora punta.
Las señoras y sus innumerables bolsas, bolsitos y carteras.
Si al menos la mitad se bañara.
Ovejas Todas Uníos!

sábado, 10 de agosto de 2013

Retracto

Me retracto por escrito
y en los hechos


Cuando te tocaron madre
los puños de la injusticia
infame
me retracto madre
de no haber sido mayor


Cuando los aviones
cruzan rasantes los cielos grises
y los miedo salpicaron dudas
me retracto
de no haber nacido
 
Cuando ya no esté
y las llamas lenguas se apaguen
y los cristales de tus ojos lluevan 
me retracto hijo
de no haber más vivido


Me retracto por escrito
y en los hechos.

viernes, 9 de agosto de 2013

Inundado

Mis ojos rojos ven
pasar los postes uno tras otro
el enredo de cables y palomas
los adoquines afilados
y una cara de cemento
en el pilar de un hogar.


El corazón que hierve en sangre viva
ama más de lo que debe, dicen algunos.


El inunda todas las hojas, infinitas páginas
escribe amores en blanco


Inunda en tinta de vinos rojos
las noches escondidas tras los árboles


Inunda las almas llenas de un sentimiento
que resbala por los vidrios empañados al otro lado


Inundado, rebalsado el corazón rasguñado

no hay tiempo para las culpas  


Mis ojos rojos ven
cinco perros negros durmiendo
la estatua de Neptuno
matando al tritón
y mi reflejo en el agua
de un día nublado.


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