Al valiente en la barricada de Aysén.
Como guardar silencio y estar quieto
Y no querer a mi pueblo gris, frio y viejo
que despierta, grita y hace ecos
y revienta como chispas en el fuego.
Suena el grito de la justicia viva
en la calle enrejada por humo negros
suena la piedra y la llamarada herida
surge la palabra, el silencio ha muerto.
Suena el palo y el grito destemplado
el miedo es arma y escudo antiguo
el miedo es también triste y mal amigo,
por las noches del pecho enredado.
Miradas negras y rojas rebotan
en la llama alta inquieta del fuego,
explota lento y valiente el corazón
de metal y piedra la bella emoción.
Vuelve a casa y mira en su recuerdo
siente en su pecho la revolución
pide al cielo la fría serenidad
del padre del hijo y de ninguno más.
Grita adentro y quiere dormir
llamar la calma y soñar vivir.
Agosto 2011 – Abril 2012. (Siembra)
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