jueves, 22 de septiembre de 2011

Tiempo

A veces creo que se ha detenido mi conciencia, para dar paso al destiempo, se ha detenido el sentir escrito no a voluntad, pero si bajo la obligación inconsciente e increíble a la que me veo sometido a cada tiempo o destiempo, pareciera perderse ese elemento misterioso y codiciado, prefiero pensar que ese tiempo, ese sin fin de horas acabadas una a una,  no se han perdido sino simplemente gastado. No quiero resultar iluso en pensar en detenerlo. 
Ahora que escribo esto, me detengo  un instante y pienso en cuales  podrían ser  las cosas que detienen mi tiempo y  la verdad se me ocurren solo cursilerías, nada en serio que me convenza.
En definitiva, el tiempo siempre pasa y se gasta o se pierde.  Pasa cuando me siento frente al mar a ver romper cada ola distinta, y el mar ya no es el mismo a cada  segundo. Si miro el río que corre, y el agua ya no es la misma a cada instante. El viento arranca una delicada hoja seca, y el árbol ya no es el mismo; un pájaro pasa, y el cielo ya no es el mismo, nada detiene el tiempo.  Cada uno se encarga de gastarlo, usarlo a su antojo, y perderlo.  
Yo perderé el tiempo pensando en él. Perderé otro poco escribiendo cosas que no se leerán.  La arrogancia de creer que mis teorías explicarán alguna vez algo, está muerta, porque me desanimo al pensar que todos mis pensamientos cambiarán y todas mis teorías serán destruidas por mi mismo en un par de años o en un par de horas. Leo mi libreta donde escribí algunas cosas y ya no estoy tan de acuerdo con lo que escribí en ese minuto y muchas cosas que escribo me parecen tontas y cursis.  Al parecer, el tiempo podría arreglarlo todo y también arruinarlo todo.
El calendario se pone amarillo en la pared y en la otra pared, el reloj marca con más de una aguja, su incesante y redondo camino, los cuadros llenan de polvo sus historias en blanco y negro que hablan de épocas que sin más que hacer y dolorosamente se convirtieron en pasado.  El tiempo se desarma mientras las nubes avanzan, se desarman y se vuelven a armar, y las vidas avanzan o retroceden debajo de la nube en el mundo cíclico y fractal. El ciclo se cumple cien veces más, el puntero marca otra vez las tres y media, y espero el siguiente ciclo cuando florezcan de nuevo los aromos.
Santiago, Septiembre 22 del 2011


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...