Olor a tierra mojada
de mis mañanas contigo,
sin pensar, ni hablar
y sin abrigo.
La tierra me habla de ti,
conmigo
y mi país de pájaros
se vuelve nido.
La lluvia huele a café,
frazadas y camino
escucho el charco y el ladrido,
de un perro manco
sin amigos.
Las piedras muestras sus colores
mientras yo camino,
y ahora pienso,
lo que aún no te escribo.
sábado, 26 de febrero de 2011
viernes, 18 de febrero de 2011
CLAN
Quiero ser del clan de los constructores,
de aquellos que edifican con piedras solidas pero tiernas,
fortalezas donde la justicia sea más justa,
donde la verdad sea más verdadera,
don la revolución se llame amor.
Quiero ser de la tribu de hombres y mujeres,
de generosas ideas, sin gotas de egos,
de esos que la sociedad los aglomera físicamente,
pero los dispersa espiritualmente
Y que viven para buscarse.
Esa tribu donde las vestimentas son inútiles,
porque las mentes están desnudas.
Sin absolutos que las cubran y empañen,
sin más certezas que saber que no están solos.
El pálpito de un corazón acelerado será música,
Del clan del martillo y de la palabra,
la voz de la conciencia será canción,
Cantarán para levantar,
y para volver a cantar.
El calzado será el tambor
que gastan calles por contactar la emoción
por romper de dispersión,
por romper la segregación,
por romper y construir.
Esa tribu, ese clan sin nombre ,
camina por las calles
hombres y mujeres que en silencio,
mueven conciencia y despellejan con ignorancia a la certeza.
Que descuartizan el saber con la curiosidad.
Que abrazan lo desconocido
y que aman verdaderamente.
miércoles, 16 de febrero de 2011
Gris
Ojos de telas opacas,
tu caminar de yugo pensado,
apretado,
a la orilla del cemento estéril,
como tu esfuerzo
o como el mío.
Monocromático caminar,
fractal de esquina en esquina,
semáforo de amarillo al rojo,
de lucir con anteojos
mas gris todavía.
Quita el reloj de tu frente,
más Dios también se arrepiente.
¿Porque tu no?
Detén el caminar cansado,
y tu paso asustado
Sal del color enfermo,
Y escribe libre tus pasos,
en el cuadriculado pavimento,
de tu cuaderno,
y de tu andar eterno.
Libera el color de paz,
contigo y sin ti jamás,
de la hiel de tu pecho encerrado,
del pehuén tumbado,
del sentir consecuente,
de la soledad incompleta,
y de esperanza viva.
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