Las balas no enloquecen
No tienen cerebro, mente, ideologías, ni ética, ni moral, tampoco son fanáticos de clubes de fútbol o religiones, No tienen partido político, ni eligen candidatos... No ven TV, ni leen prensa. Las balas cortar y queman, rompen y despedazan... piel, músculos, nervios y huesos... destrozan voluntades, vidas y futuros.
Revientan ojos de niños, piernas de abuelas y acaban con vidas inocentes... derraman sangre.
Triste metáfora o personificación.
Las balas NO enloquecen, ni tampoco son estúpidas. Los que enloquecen estúpidamente somos nosotros. País de poetas.
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