viernes, 5 de septiembre de 2014
Cartagena
Cartagena... playa grande, sol, arena gris con pedacitos de carbón y uno que otro hueso de pollo o palo de helado. Mis primos, mi hermano y yo estirados de guata sobre las toallas, yo tratando que la arena no me tocara los dedos para poder comer tranquilo, la marraqueta con jamonada y margarina que me había preparado la Mami, mi abuela. Del kiosko que estaba en la costanera salia un parlante, un cono gris chicharriento que tocaban a Soda Stereo y que se confundía con el cuchicheo del pueblo en vacaciones.
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