Tras la piedra vacía fría
de una lucha clínica
camino cabizbajo
buscando el lugar , el preciso lugar
ansiado y utópico, enfermo
al final siempre llego adentro,
siempre más simple de lo que se cree,
siempre más cerca de lo que se busca.
Está tras el corazón enrejado
y el grito negro, acallado y consiente
está tras la prisa y la demora
de una justicia,
mísera justicia ausente
ciega e inerte
loca e inocente
llena de humos y fuegos muertos,
llena de pesadillas de sol ardiendo.
Tras de ti y la pintura en la muralla
busco y encuentro tras la rama arrancada
arrojada a la suerte de una llama ensangrentada
busco en una nube y en la barricada
débil e impotente,
fuerte y contradictoria.
Siempre ardiendo en el reflejo
de las manos furiosas
hermosas.
Allá atrás, están mis negros ojos
rojos de humos grises,
buscando el momento
húmedos y gastados, tristes y furiosos.
Esperando paciente y en silencio,
acompañando al latido de la sien.
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